En pandemia

De un tiempo a esta parte mis días están signados por la improvisación. Todo cambió, desde el tratamiento pulmonar diario hasta la única manera en la que pude conectarme con el exterior: virtualmente. 


Foto de comunicación virtual
Lo virtual



Clases por Zoom, charlas por Zoom, fisioterapia por Zoom y hasta el ejercicio del periodismo es vía Zoom. Esto último permitió la incursión en un universo completamente diferente (y hasta distante) para mi: la televisión. 

Aprendí a deshibirme un poco, a dejar atrás los "no puedo", "no me sale", "no lo sé" para que "voy a intentar" sea parte de mi mantra constante.

Logré narrar un relato en vivo que se transmitió en las redes de UNDAV, participé en tres Podcast con amigxs y en uno de ellos hablé en idioma japonés. Hago entrevistas a diferentes artistas por medio de un ciclo de reportajes que tiene la revista Músicas Del Mundo y del que me hago cargo no solo de la edición sino también hasta de su canal de Youtube. 


Teleprompter casero
Teleprompter casero



Entrevistas
Entrevistas




Todos los días cocino, bueno no todos los días, pero bastante seguido. Le tomé un gustito especial a los maridajes y predilección por la comida orgánica y casera. Lloro mucho, me rio mucho, todo es mucho e intenso.


Ratatouille con Malbec orgánico
Ratatouille con Malbec orgánico



Duermo muy poco y mal, de ahí también surgió el relato que comenté al principio: "La masa encerrada". A veces me cuesta entender lo que pasa, por momentos quiero salir desesperadamente de casa, hasta que me doy cuenta que no puedo y no debo, entonces comprendo que es mejor así y hasta me gusta un poco esto del hermetismo. 

Supongo que por mi historia de vida, estoy acostumbrada a no poder hacer muchas cosas, pero a poder hacer muchas otras. 


Fotografía convaleciente
Disnea con un poco de insomnio




Pude avanzar con materias de la facultad que en otros años se complicaba bastante debido a mi cuadro patológico. Bueno, ahora esa complicación solo está signada por la conexión a internet y si me encuentro en condiciones respiratorias de llevar adelante una clase. 

Ahora, hasta soy ayudante de cátedra. 


Ayudantía 



Ahora, hasta curso varias materias de la carrera, estudio japonés, hago entrevistas, cocino, saco fotos, hago fisioterapia, uso oxigeno, juego con mi perrito (que tiene dieciséis años) y mis dos gatitos, cuido las plantas, conseguí guirnaldas de luces y papel, los sábados me visto "para salir adentro" y si estoy de ánimo me tomo una copa de vino Malbec, que siempre pero siempre intento maridar con lo que sea. 

Apago las luces e imagino que es una pulpería o un bar de tapas, entonces me hago la sofisticada con vestido y pantuflas. 


Horneando pan (se cae el pan, y no importa porque se come igual)
Hornear pan y que salga mal



Comidas
Cocinar en casa




Comprendí que nada es lineal, ni absoluto. Todo es relativo. 


El long descansa hasta nuevo aviso
El long descansa hasta nuevo aviso


Merienda de atardecer
Merienda de atardecer




Conocí gente que se convirtieron en amigxs  sin habernos visto la cara físicamente, considero que no fue necesario porque conectamos a distancia y ese calor en el pecho fue más que suficiente para que se volvieran indispensables. Desconecté con personas que pensé que siempre iban a estar allí pero fue necesaria esta distancia, para darme cuenta y aceptarlo. Conecté muy fuerte y me reencontré con quienes sienten ese mismo calor en el pecho y lo transmiten, entonces todo es retroalimentación. 

Y en esta pandemia, alguien me enseñó que ese calorcito en el pecho también se puede sentir con un cafecito caliente o un whisky (igual esto último pertenece a un secreto de estado para con mis médicos).


El atardecer es mi momento favorito el día
El atardecer es mi momento favorito el día



Retroalimentación
Retroalimentación




Me depuré y me volví tóxica, para volver a depurarme y volver a intoxicarme de sentimientos negativos, para luego comenzar el proceso de depuración nuevamente. Entendí que no puedo con todo y que eso también está bien, no poder está bien, y poder también está bien. 


Las mañanas son difíciles, a veces
Las mañanas son difíciles, a veces



Todos los días miro al cielo y doy gracias, porque puedo estar en casa, porque no me enfermé ni una sola vez desde que el 9 me marzo la médica fue terminante: "No salís más hasta nuevo aviso, y no Lucía ni siquiera a sacar la basura", porque los días de humedad duelen, porque la Fibrosis Pulmonar avanzó como era de esperarse, porque cumplí años el 2 de noviembre en cuarentena, porque tengo insomnio y momentos de angustia, porque extraño abrazar. Porque sentí muchos abrazos a distancia. 


Dani y su abrazo a distancia
Dani es abrazo



Doy gracias porque lloro, me río, me enojo, me pongo nerviosa, lavo mucha ropa de "entrecasa", porque todos los días tomo mi té verde mirando por la ventana, porque practico kanjis sentada en el patio rodeada de cactus, porque me enseñaron a hacer asado y no me sale bien, porque escribo cartas, cuentos, informes, relatos, crónicas, trabajos prácticos, mensajes, poemas, haikus. Porque mando muchos audios, y las videollamadas se convirtieron en mis alegrías. 


Intento de asado
Intento de asado




Agradezco vivir la pandemia de esta manera. 


Pedro
Pedro



Rebecca
Rebecca



Ellxs
Ellxs







Me acompañan mientras estudio y trabajo
Me acompañan mientras estudio y trabajo


 

El papi
El Papi



Doy gracias porque siento todo, y eso es porque estoy viva.  


Atardece en casa
Atardece en casa



Comentarios

Entradas populares de este blog

Pyragüe, de la hoja de papel a la revista Sin Pantalla